viernes, 31 de agosto de 2012

Conducir al encuentro con Cristo - Kristo aurkitzera gidatu

Función de los laicos en la Iglesia

Con motivo de la VI Asamblea Ordinaria del Forum Internacional de Acción Católica (FIAC), que se ha celebrado en Iaşi, Rumanía, del 22 al 26 de agosto y en el que se ha reflexionado sobre la corresponsabilidad eclesial y social, "Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén" (Lc 24,13-35), el Papa Benedicto XVI ha dirigido un mensaje que se reproduce a continuación.

Mensaje a la VI Asamblea ordinaria del Forum Internacional de Acción Católica


Al venerado hermano
Monseñor Domenico Sigalini
Asistente General del Forum Internacional de Acción Católica

En ocasión de la VI Asamblea Ordinaria del Forum Internacional de Acción Católica, deseo dirigir un cordial saludo a Ud. y a cuantos participan en el significativo encuentro, en particular al Coordinador del Secretariado, Emilio Inzaurraga, a los Presidentes Nacionales y a los Asistentes Espirituales. Dirijo un recuerdo especial al Obispo de Iaşi, Mons. Petru Gherghel, y a su diócesis, que acogen este evento eclesial durante el cual estáis llamados a reflexionar sobre la ‘corresponsabilidad eclesial y social’. Se trata de un tema de gran importancia para el laicado y que se ubica muy bien ante el próximo Año de la Fe y la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización.

La corresponsabilidad exige un cambio de mentalidad referido, particularmente, a la función de los laicos en la Iglesia, que deben ser considerados no como 'colaboradores' del clero, sino como personas realmente 'corresponsables' del ser y del actuar de la Iglesia. Es importante, por tanto, que se consolide un laicado maduro y comprometido, capaz de dar su propia aportación específica a la misión eclesial, en el respeto de los ministerios y de las tareas que cada uno tiene en la vida de la Iglesia y siempre en cordial comunión con los obispos.

Con ese propósito, la Constitución dogmática Lumen Gentium califica el estilo de las relaciones entre laicos y pastores con el adjetivo “familiar”: “Son de esperar muchísimos bienes para la Iglesia de este trato familiar entre los laicos y los Pastores; así se robustece en los seglares el sentido de la propia responsabilidad, se fomenta su entusiasmo y se asocian más fácilmente las fuerzas de los laicos al trabajo de los Pastores. Estos, a su vez, ayudados por la experiencia de los seglares, están en condiciones de juzgar con más precisión y objetividad tanto los asuntos espirituales como los temporales, de forma que la Iglesia entera, robustecida por todos sus miembros, cumpla con mayor eficacia su misión en favor de la vida del mundo.” (n. 37).

Queridos amigos, es importante profundizar y vivir este espíritu de comunión profunda con la Iglesia, característica de los inicios de la Comunidad cristiana, como lo confirma el libro de los Hechos de los Apóstoles: ‘La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma.’ (4, 32). Sentid como vuestro el compromiso a trabajar por la misión de la Iglesia: con la oración, con el estudio, con la participación activa en la vida eclesial, con una mirada atenta y positiva hacia el mundo, en la continua búsqueda de los signos de los tiempos. No os canséis de afinar cada vez más, con un compromiso serio y cotidiano de formación, los aspectos de vuestra peculiar vocación de fieles laicos, llamados a ser testigos valientes y creíbles en todos los ámbitos de la sociedad, para que el Evangelio sea luz que lleva esperanza en las situaciones problemáticas, de dificultad, de oscuridad, que los hombres de hoy encuentran a menudo en el camino de la vida.

Conducir al encuentro con Cristo, anunciando su Mensaje de salvación con lenguajes y modos comprensibles en nuestro tiempo, caracterizado por procesos sociales y culturales en rápida transformación, es el gran reto de la nueva evangelización. Os animo a proseguir con generosidad en vuestro servicio a la Iglesia, viviendo plenamente vuestro carisma, que tiene como línea fundamental la de asumir el fin apostólico de la Iglesia en su globalidad, en equilibrio fecundo entre Iglesia universal e Iglesia local y en espíritu de íntima unión con el Sucesor de Pedro y de corresponsabilidad laboriosa con los propios pastores (cf Conc. Ecum. Vat. II, Decreto sobre el apostolado de los laicos Apostolicam actuositatem, 20). En esta fase de la historia, a la luz del Magisterio social de la Iglesia, trabajad también por ser cada vez más un laboratorio de “globalización de la solidaridad y de la caridad”, para crecer, con toda la Iglesia, en la corresponsabilidad de ofrecer un futuro de esperanza a la humanidad, teniendo también la valentía de formular propuestas exigentes.

Vuestras asociaciones de Acción Católica pueden enorgullecerse de una larga y fecunda historia, escrita por valientes testigos de Cristo y del Evangelio, algunos de los cuales han sido reconocidos por la Iglesia como beatos y santos. Siguiendo esta estela estáis llamados hoy a renovar el compromiso de caminar por la vía de la santidad, manteniendo una intensa vida de oración, favoreciendo y respetando recorridos personales de fe y valorando las riquezas de cada uno, con el acompañamiento de los sacerdotes asistentes y de responsables capaces de educar en la corresponsabilidad eclesial y social. Vuestra vida sea “trasparente", guiada por el Evangelio e iluminada por el encuentro con Cristo, amado y seguido sin temor. Asumid y compartid las opciones pastorales de las diócesis y de las parroquias, favoreciendo ocasiones de encuentro y de sincera colaboración con los otros integrantes de la comunidad eclesial, creando relaciones de estima y comunión con los sacerdotes, por una comunidad viva, ministerial y misionera. Cultivad relaciones personales auténticas con todos, empezando por la familia, y ofreced vuestra disponibilidad a la participación en todos los niveles de la vida social, cultural y política teniendo siempre los ojos puestos en el bien común.

Con estos breves pensamientos, mientras aseguro mi afectuoso recuerdo en la oración por vosotros, por vuestras familias y por vuestras asociaciones, envío de corazón a todos los participantes en la Asamblea la Bendición Apostólica, que extiendo gustosamente a quienes encontréis en vuestro apostolado cotidiano.

En Castelgandolfo, 10 de agosto de 2012

BENEDICTUS PP. XVI
Laikoen zeregina Elizan

Iaşin, Errumanian, abuztuaren 22tik 26ra ospatu den Akzio Katolikoaren Nazioarteko Forumaren VI. Asanblada dela eta, Elizan eta gizartean arduraz aritzeari buruz hausnarketa egin dela, “Eta berehala altxa eta Jerusalena itzuli ziren” (Lk 24,13-35), Aita Santuak sarrera honetan gaztelerara itzulita dagoen mezua eman du.

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